"Unleash your creativity and unlock your potential with MsgBrains.Com - the innovative platform for nurturing your intellect." » Portuguese Books » La sombra del viento – Carlos Ruiz Zafón🕯️

Add to favorite La sombra del viento – Carlos Ruiz Zafón🕯️

Select the language in which you want the text you are reading to be translated, then select the words you don't know with the cursor to get the translation above the selected word!




Go to page:
Text Size:

Carlos

Ruiz

Zafón

La

sombra

del

viento

como cables de acero, pero en unos segundos los ojos se le nublaron v su cuerpo cayó inerte.

—Oiga, vigile, que este hombre es muy poca cosa y según lo que le dé lo mata —dijo doña Encarna.

—No se preocupe. Sólo está dormido —dijo el doctor, examinando las cicatrices que cubrían el cuerpo famélico de Fermín.

Le vi negar en silencio.

—Fills de puta —murmuró.

—¿De qué son esas cicatrices? —pregunté—. ¿Cortes?

El doctor Baró negó, sin alzar la vista. Buscó una manta entre los despojos y cubrió a su paciente.

—Quemaduras. A este hombre lo han torturado —explicó—. Esas marcas las hace una lámpara de soldar.

Fermín durmió durante dos días. Al despertar no recordaba nada, excepto que creía haberse despertado en una celda oscura y luego nada más. Se sintió tan avergonzado por su conducta que se puso de rodillas a pedirle perdón a doña Encarna. Le juró que le iba a pintar la pensión y, como sabía que ella era muy devota, hacer decir diez misas por ella en la iglesia de Belén.

—Usted lo que tiene que hacer es ponerse bien, y no darme más sustos así, que yo estoy vieja para esto.

Mi padre pagó los desperfectos y rogó a doña Encarna que le diese otra oportunidad a Fermín. Ella asintió de buen grado. La mayoría de sus inquilinos eran desheredados y gente sola en el mundo, como ella. Pasado el susto, le cogió aún más cariño a Fermín y le hizo prometer que tomaría unas pastillas que el doctor Baró le había recetado.

—Yo por usted, doña Encarna, me trago un ladrillo si es necesario.

Con el tiempo todos hicimos como que habíamos olvidado lo sucedido, pero nunca más volví a tomarme a broma las historias del inspector Fumero.

Después de aquel episodio, para no dejarlo solo, nos llevábamos a Fermín Romero de Torres casi todos los domingos a merendar al café Novedades. Luego subíamos andando hasta el cine Fémina en la esquina de Diputación y paseo de Gracia. Uno de los acomodadores era amigo de mi padre y nos dejaba colarnos por la salida de incendios de platea a medio No-Do, siempre en el momento en que el Generalísimo cortaba la cinta inaugural de algún nuevo pantano, lo cual a Fermín Romero de Torres le atacaba los nervios.

—Qué vergüenza —decía, indignado.

—¿No le gusta a usted el cine, Fermín?

—En confianza, a mí esto del séptimo arte me la repampinfla. A mi entender no es más que pábulo para atontar a la plebe embrutecida, peor que el fútbol o los toros. El cinematógrafo nació como invento para entretener a las masas analfabetas, y cincuenta años más tarde no ha cambiado mucho.

Toda aquella reticencia cambió radicalmente el día que Fermín Romero de Torres descubrió a Carole Lombard.

—¡Qué busto, Jesús, María y José, qué busto! —exclamó en plena proyección, poseído—. ¡Eso no son tetas, son dos carabelas!

—Cállese, so guarro, o ahora mismo llamo al encargado —masculló una voz de confesonario ubicada un par de filas a nuestras espaldas—. Habráse visto el poca vergüenza. Qué país de cerdos.

—Más vale que baje la voz, Fermín —aconsejé.

Página 49 de 288

Carlos

Ruiz

Zafón

La

sombra

del

viento

Fermín Romero de Torres no me escuchaba. Andaba perdido en el suave vaivén de aquel escote milagroso, con la sonrisa robada y los ojos envenenados de tecnicolor. Más tarde, caminando de vuelta por el paseo de Gracia, observé que nuestro detective bibliográfico seguía en trance.

—Creo que vamos a tener que buscarle a usted una mujer —dije—. Una mujer le alegrará la vida, ya lo verá.

Fermín Romero de Torres suspiró, su mente rebobinando aún las delicias de la ley de la gravedad.

—¿Habla usted por experiencia, Daniel? —preguntó inocentemente.

Are sens

Copyright 2023-2059 MsgBrains.Com